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EL DESAMPARO COMO HERENCIA | Entrevista a Marc Moreno

Después de Tiempo de Ratas, el catalán Marc Moreno nos entrega Escapismo, una novela negra íntima, de abandonadores y abandonados, de familias donde el desamparo es la primera herencia, de un persona que descubre que ya no puede escapar, ni del barrio, ni de los suyos, ni de sí mismo.

Aitor está ahí, en un rincón de la Verneda, un barrio de extraradio de Barcelona. Está y poco más le importa el resto. Ahí cada uno la zafa como puede, en un mundo de persianas cerradas, de locales quebrados, de gente haciendo fila por sobras. Algunos van por la bebida, otros por las drogas. A él ni siquiera le interesa eso. No le interesa nada. Siempre sabe que contará con un puñado de euros de su madre, y una persona sin intereses ni sueños es barata.

El problema es cuando su madre tiene un accidente: se cae del balcón en el que trabaja como empleada doméstica. Aitor va hasta el hospital, incapaz de verla, de cruzar ese umbral y confirmar que su madre está muerta, porque eso supone encontrarse con que ahora todo depende de él. Como dirá Marc más abajo: «cuando la toma de decisiones no es tu fuerte lo más probable es que la acabes liando con cada cosa de decidas hacer».

Aitor será visitado por su familia, esa que la abandonó y que vuelve para repartirse las -posibles- ropas de la muerta, y Aitor comprenderá que eso de escapar esta vez no va a llevarlo a ningún lado. Así Escapismo, segundo título del autor traducido al español, deviene en una novela violenta desde la soledad, desde ese puñado de gente que se mueve en los bordes, que son decorado. La historia de una larga caída donde, quizás, terminar de caer, romperse todo, sea un final, una manera de escapar de una vez y para siempre.

O capaz exista otra posibilidad.

Me interesa arrancar por el principio de la historia. ¿Cómo surge Escapismo? ¿En qué momento de la escritura sentís que ahí tenés una novela?

Siempre ando con varias ideas de posibles novelas en la cabeza, me paso meses dándole vueltas a cada trama pero sin concretar, tan solo en mi cabeza, hasta que alguna hace clic porque ya veo que todo cuadra en mi cerebro y es cuando me pongo a escribir, que luego es un proceso rápido porque le he dado tantas vueltas a la historia que me la sé desde el título al punto final. En el caso de Escapismo, la historia nace a partir de la voluntad de segur explicando esos barrios marginales y los chicos jóvenes que hay allí, pero esta vez desde no desde la delincuencia, como hice en obras anteriores, sino desde el punto de vista de las relaciones familiares, que acostumbran a ser desestructuradas y que también es un tema que me interesa mucho.

Escapismo es una novela arriesgada. Y creo que el mayor riesgo que toma es en su protagonista, Aitor. Un personaje que vive en una constante desconexión con el mundo, desde el desamparo en el que criado y desde su falta de ganas de relacionarse con la gente. Mientras todo el mundo trata de escapar, sea con drogas o con “espejitos de colores”, a Aitor le da todo lo mismo. No hay curro, no hay drama, siempre contaré con los euros que mamá trae por limpiar casas. Y ese desgano lo define. No quiero ser nadie. Me gustaría profundizar en Aitor y en lo que representa socialmente.

Aitor representa la desconexión con la sociedad. La derrota como persona y el saberse superado por el mundo. El personaje de Aitor es bajar los brazos y dejar que la mierda te coma hasta que no puedas respirar. Pero en la novela, a Aitor le pasa algo que le obliga a reaccionar, muy a su pesar, y es entonces cuando tiene que encontrar soluciones para todo lo que está viviendo. Y él no está acostumbrado a sacarse las castañas del fuego, él se desentiende siempre de las responsabilidades, es un escapista, y aquí es donde empieza su drama. Y aquí es donde Aitor me interesa, porque el relato del tío apático que no se hace cargo de nada me parece aburrido pero cuando tiene que vencer la apatía y la desconexión y darle la vuelta a la tortilla, un personaje así se vuelve impredecible porque no es alguien acostumbrado a tomar decisiones, y cuando la toma de decisiones no es tu fuerte lo más probable es que la acabes liando con cada cosa de decidas hacer.

El mundo de la novela es el mundo del abandono. Uno lo lea y siente que avanza sobre los escombros de una ciudad derrumbada, abandonada. La ciudad y sus habitantes. Dejados a su suerte, al milagro de sobrevivir. Escapismo es una novela violenta desde otro lugar, no desde los tiros y la sangre. Cuando pienso en el género negro, últimamente pienso en las maneras violentas que adquieren la soledad y la alienación, y lo que eso engendra e implica. Y creo que esta novela tensa esa cuerda.

En Escapismo la violencia es estructural, pero no necesariamente física, aunque también la hay, evidentemente hablando de un entorno tan degradado y con muchas vidas al límite. Pero aquí quería hablar de esa violencia en el trato, del desprecio entre familiares y amigos, en tu entorno diario y que acaba sin ser percibido como violencia porque es algo del día y a día y es aceptado por todos, esa agresividad, ese individualismo del sálvese quien pueda, que acaba siendo otra forma de violencia más que nada por la pura supervivencia personal, si te salvas tú quizá no me salvo yo, piensan los personajes, y eso no lo pueden permitir.

A la izquierda: edición catalana. A la derecha: edición en español.

La familia es uno de los temas del libro y se presenta como un doble juego de amenaza. Aquello que te amenaza y al mismo tiempo como aquello que puede ser amenazado. Y, por otro lado, la familia suele ser el pilar, ese primer refugio pero que también puede ser la primera cárcel. ¿Cómo percibís ese filo y contrafilo de la familia?

En los entornos conflictivos como el de Escapismo, la familia es una amenaza, sin duda, Aitor vive desconfiando de todos y con la sensación que el enemigo está en casa, pero también es un anhelo, y deseo que se percibe casi como un espejismo, como algo inalcanzable porque la idea idílica de familia que se convierta en un pilar es algo, cuanto menos, improbable en la realidad que vive el protagonista. Y también es la excusa para todo, ya que al no haber tenido una familia en la que apoyarse, unos referentes, esa no-familia sirve para culpabilizarla de las malas decisiones y del camino incorrecto que Aitor toma una y otra vez.

De Tiempo de Ratas a Escapismo hubo un cambio de registro importante, de la peña que se la pasaba jodiendo, con una fuerte carga de humor, en Escapismo nos encontramos con una novela mucho más introspectiva, con un narrador que muchas veces se vuelve una segunda persona, acusadora y conciliadora. ¿Cómo fue trabajar este cambio?

Fue una apuesta personal ante la voluntad de hacer algo totalmente diferente. Con Tiempo de ratas la cosa fue muy bien, el libro ha sido muy leído y recibió muy buenas críticas, pero decidí dejar pasar un par de años antes de ponerme a escribir algo nuevo porque el riesgo de querer repetir la fórmula, y por tanto repetirme yo como escritor, era alto. Pero es que me aburriría, pensé, si hago lo mismo, pese a que me lo pasé genial escribiendo Tiempo de ratas porque como dices, tiene humor, tiene barrio, acción, mala gente y muchas situaciones locas, que es el rollo que más me gusta en la novela negra. Y Escapismo tiene un poco de eso, pero desde un estilo diferente, más de psicología del personaje, desde el mundo interior del protagonista hacia el exterior, lo que hace él y los que le rodean. E incluso, aunque parezca raro, con un lenguaje algo más poético y no tan duro como en Tiempo de ratas. Pero vaya, que la esencia de la crook story que me gusta sigue intacta en todas mis novelas.

Para un extranjero, es sorprendente encontrarse con esa “otra” Barcelona, no con la turística ni la tantas veces recorrida en otras expresiones culturales. Estoy seguro que no te van a elegir asesor de turismo de La Verneda, pero contanos un poco acerca del barrio, tu relación con el mismo, y cómo se incorpora a la novela.

Soy de la Verneda, poco más hay que añadir. 43 años viviendo allí dan para conocer a mucha gente y ver muchas cosas, que si tienes la voluntad de explicarlo a partir de tu visión como escritor, es una realidad que da mucho juego. No es mirar los parques en el Google Earth ni ir diciendo el nombre de las calles que miraste en el callejero, simplemente es saber qué ruidos hay o cómo te mira la gente, que son cosas que no puedes saber si no has estado allí. La Verneda es un barrio normal de extrarradio, con sus zonas malas y sus zonas buenas. Yo escribo sobre las peores, el resto del barrio es un lugar ideal para vivir.

Aprovechando que, además de ser escritor sos editor, y editor, principalmente, de un sello en catalán, quería que nos contaras cómo se articula y cómo se vive el mercado editorial catalán, y si tiene algunos rasgos distintivos, más allá de la lengua, que lo distingan de la novela negra española.

No somos una literatura con tanta tradición ni producción como para que haya unos rasgos distintivos de la novela negra en catalán, además de que más allá de Llibres del Delicte, solo hay un par o tres de sellos más que publican negro en catalán, así que tampoco hay tanta producción. Pero una de las cosas que me gusta, es que pese a ser muy mediterráneos nos estamos alejando un poco de esa idea de novela negra mediterránea que, por ejemplo, se repite muchísimo en la novela policíaca en España. Quizá se busca salir un poco de los personajes estereotipados y que no se desarrolla necesariamente en grandes ciudades, pese a la importancia de Barcelona.

Por último, quería aprovechar que sos un lector aguerrido de la literatura de género negro, y preguntarte cómo ves tanto la literatura policial y negra en España en relación con otros países y mercados.

Queda mucho camino por recorrer, pero sobre todo por los bajos índices de lectura que tenemos, lo que condiciona la repercusión de lo que se hace, más allá del Gómez-Jurado y Redondo de turno. Hay mucha producción, y de calidad, pero me da la sensación que lo que llega a la mayor parte de lectores son fotocopias de autores que han tenido un cierto éxito, y los que vienen detrás creen/esperan que copiando la fórmula también van a dar la patada. Quizá triunfen, pero a mí me gusta más otro tipo de escritores que funcionan por debajo del radar y que hacen un negro más genuino. Quizá algún día llegue su momento.


Si te quedaste con ganas de leer algo de Marc, te invitamos a que descargues la antología Tierra de Nadie, donde podrás encontrar un relato suyo.

Etiquetas: , , , , , Last modified: enero 13, 2022
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